Con la reforma sanitaria, las personas que no cuentan con la tarjeta y padecen enfermedades crónicas que requieren atención especializada, quedan también excluídas de los cuidados y del seguimiento necesario.Además de las gravísimas consecuencias para la salud de estas personas, otra consecuencia evidente será la saturación de las urgencias por motivos "no urgentes", al no existir otro cauce de atención para la población inmigrante enferma, que ha perdido el derecho.
Cabe mencionar el hecho de que la atención urgente es más cara que la atención ordinaria, y no permite atender los mismos contenidos, dejando fuera la prevención y el seguimiento continuado.
“PORQUE NO HAY DERECHO...”


