Es posible crear espacios para convivir, conocernos y participar.
No es posible ninguna integración si no es con la apertura por todas las partes.
La riqueza de lo diferente ya lo conocen las grandes empresas que venden productos de lejos.
La riqueza humana va mucho más allá de los intereses empresariales. El calor humano, la cercanía, nos hace comprendernos, mirarnos a la cara.... Sólo desde la posibilidad de encontrarnos es posible una convivencia humana verdadera, más aún en tiempos de adversidad y competencia.
Conocernos como vecinos es jugar juntos en un juego de mesa, echar una pachanga, agitar un paracaídas, picarse con el juego de la rana, compartir músicas de cada lugar mientras compartes una partida de ping-pong, charlar y preguntarse "y a ti cómo te va la vida"...
Llega el fin de curso y el verano y es una ocasión perfecta para buscar más motivos de encontrase.
Esta actividad se enmarca dentro del proyecto "Haciendo Barrios", financiado por el Fondo Europeo para la Integración y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.