La migración es un fenómeno universal, que se ha producido a lo largo de la historia de la humanidad, por motivo de búsqueda de nuevas oportunidades, de aventura, de intercambio...

¿Qué es lo que lleva a tomar la difícil y dolorosa decisión de dejarlo todo para irse a otro lugar desconocido que, -cuando menos-, genera incertidumbre?
Tristemente estamos siendo testigos de testimonios en los que muchas personas y familias se ven obligadas a salir de sus países, abandonando el calor de su familia y de su gente, dejando trabajo, rompiendo su nivel de vida y de estatus, abandonando sus estudios, rompiendo con sus costumbres... Esto no es la inmigración que conocíamos hasta ahora, estamos hablando de algo diferente.
La persona que era ingeniera, aquí no lo es; quien tenía una empresa con empleados a su cargo, aquí no tiene nada; quien estaba trabajando por tener una vida mejor, aquí toca empezar de cero a la fuerza.
Tanto para quien emigra como para quien solicita Protección Internacional o Refugio, salir del propio país supone todo un reto personal y vital. A nivel psicológico cualquiera de estas dos situaciones requieren de un esfuerzo de adaptación en todos los sentidos, todo un proceso de cambio que no es fácil para ninguna persona; si no, pensemos en nuestra propia experiencia personal.

Sin embargo, cuando una persona solicita la Protección Internacional de un tercer país es porque su situación personal y/o familiar tiene un riesgo vital importante, y estamos hablando de muchas situaciones en las que corre peligro la propia vida o la de tu familia: amenazas, extorsiones, violación de derechos... ¡y tu propio país no te protege!
¿Acaso no harías lo que fuera necesario para proteger la vida de quienes quieres? o para salvar la propia vida. Lo haríamos cualquiera, ¿no?
La Atención Psicológica de las personas que sufren de este tipo de situaciones es clave para amortiguar y reparar los efectos de episodios traumáticos, de los desajustes psico-emocionales, por una ruptura tan abrupta contra la propia voluntad.
A las personas en esta situación les toca hacer 'la digestión' de todo esto y darse prisa por adaptarse a la nueva situación. Otro sobreesfuerzo más. Y un 2020 con Pandemia, que a todos nos ha afectado profundamente, añadiendo incertidumbres a la vida y al proceso personal de cada persona o familia.
La labor de acompañar a las personas que sufren estas condiciones en el ámbito de la Atención Psicológica en Salamanca Acoge es posible gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a través de la Red Acoge.
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